Llegó el otoño y con él los colores de la calidez después de un verano que dejó detrás de sí las brillantes pinceladas en nuestras ventanas y veredas,
la laxitud del descanso según dicen "bien merecido" y la caricia del viento que aquí llaman Bochorno.
Algunos hemos superado un pésimo año ¡¡se "murió" el motocultor!!, hemos cuidado con mimo y esmero el huerto que aún nos depara sorpresas, ricas sorpresas con forma de patatas, berenjenas, alubias que por cierto son foráneas y se dan muy bien aquí, les va esta tierra y otros muchos frutos que recompensarán nuestro esfuerzo
si le pones dedicación y escuchas a los abuelos los resultados no tardan en dar buenos frutos
Así son las buenas sorpresas del huerto
Con el verano también terminó la cosechadora el trabajo de 40 hombres y con la baraja entre las manos
en las tertulias se recuerda como fue la temporada, 2013 y sus tres inundaciones,
pensando que los políticos ni dejan solucionar ni aportan solución; que ellos enredan con lo suyo/nuestro y la cosa va para largo a las orillas del Ebro.
Pero llega el otoño, se calman los sonidos y al atardecer se oye a los corzos ladrar, les vemos en los campos de La Viñuela y nos sentimos felices de saber que siguen en nuestro entorno después del devastador incendio del 2012, de vez en cuando en San Miguel aparecen las ardillas y también encontramos señales claras del zorro y el tejón, deben estar en pleno aprovisionamiento de alimentos y calorías para pasar un frio invierno.
Llegó el Otoño con su paleta de colores, con los paseos a campo través buscando las primeras setas y.........cuidado que saben muy ricas pero a veces solo se comen UNA SOLA VEZ.
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